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sábado, 2 de julio de 2011

El pueblo tiene el gobierno que se merece.

Leyendo en la red me encontré con un artículo que se podría aplicar cada vez que hay cambio de gobernante .


EL PUEBLO TIENE EL GOBIERNO QUE SE MERECE



VALEMADRISMO A LA ORDEN


La violación de las leyes, la impunidad y el convertir a una sociedad en un valemadrismo a conveniencia, ha sido el acontecer día a día del México contemporáneo, el mínimo respeto al orden jurídico se fomenta en todos los niveles sociales y por todo el País, LAS LEYES SON PARA VIOLARSE, total si nuestros mismos gobernantes hacen lo que quieren, nosotros por que no, si ellos no las respetan por que las sociedad sí.


Desde la Infancia a la adolescencia moderna en México se crece con la “cultura” del “agandalle”, al crecer se basa la realidad en formas del quien puede más, el que friegue al prójimo es más fregón, un valemadrismo descarado, desde el personaje mas bajo en la “escala” social hasta el más alto por llamarlo así, se fomenta en diversas formas del que Transa no avanza, la política es vivo ejemplo, populismo, simulación, corrupción, impunidad, narco, nepotismo y un sinfín de practicas ofensivas a pueblo bien intencionado.


Yo chin... namás tantito, ya viste al Ca... con ese carrazo y esa mansión, ese si es pieza, si la supo hacer, que como le hizo, me vale lo importante es que bien fregón, esta bien parado,  me admiran y me respetan por que levanto las avionetas, ya viste aquel es bien pen... no la supo hacer, ya vez, aquel robó y nadie le hizo nada, la lana es la que habla, hablan de honestidad cuando el diezmo es un fraude, no importa las formas sino que hay que buscar no llegar al fondo, pa´ que mueran quemados o a tiros por todos lados o saqueados en las fronteras, que no,  aunque este sea turbio, ahora va la mía, yo violo las leyes por una buena causa,  póngame donde hay no donde pueda, total no pasa nada.


La Constitución ya no se llama así es la prostitución por que todos la violan, yo llego por que llego, yo llego o apoyo al poder para recuperar la inversión política, claro con su respectiva ganancia, todo en esta vida es negocio, el pez grande se come al chico, el fin justifica los medios, el delito no es robar sino que te caigan, yo miento pero es una mentira piadosa, cada quien habla como le fue en la feria, cuando el puñal es de oro la justicia es ciega...y...y...y...


Así como estas, existen innumerables frases que fomentan la cultura del valemadrismo y la impunidad, muchas veces se tiene que vivir envuelta en ella, la practican en muchos casos los gobernates, se usa como patrón de conducta, sino se queda fuera del núcleo social en que se desenvuelve, es difícil que se adapte a ese núcleo social sin estas mañas, por fortuna existen corrientes y personajes adversos a estas prácticas.


Estamos a la vuelta de la esquina nuevamente de un proceso electoral  donde se renovara el Congreso de la Unión , en el cual el pueblo percibe que puro ratero y más de lo mismo hay en un proceso electoral cuya tónica electoral no es quien representa la mejor oferta sino mas bien quien es el menos peor, el que engaña y el que compra el voto o el candidato palero de otro: “EL PUEBLO TIENE EL GOBIERNO QUE SE MERECE”, el cual es el reflejo del abstencionismo, los actores políticos son reflejo de nuestra sociedad en decadencia, de alguna, a excepción de lo que queda.


El ordenamiento Jurídico, aún con las grandes errores y lagunas  se ha logrado a base  grandes luchas, incluso escrito con la misma sangre del pueblo, cada vez existe el mínimo respeto al orden jurídico, las leyes por más imperfectas que puedan ser, es quizá el único rasgo que nos quede de civilidad, son formas coercitivas mínimas de un orden social, pero la clase política es la primera en violarlas.


La impunidad se fomenta en todos los niveles, en todas las esferas de gobierno y en la lucha por el poder, por lo que cada vez se incrementa en México, el Valemadrismo a la orden. Hay que hacer algo para cambiarlo, crear las condiciones mínimas de dignidad social, de romper esa cadena cíclica de una negación colectiva, de masas, que nos llevan al valemadrismo a la orden...

Gustavo Hernández Larrauri.

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